El shinigami agachó la cabeza para saludar y no se dio cuenta que el Capitán no estaba allí, en cambio su sillón lo ocupaba su teniente, el cual andaba viendo unos papeles. El teniente se acercó al shinigami, para coger el informe y la muestra y ponerla a buen recaudo.
-El capitán está fuera, yo soy su teniente, déjemelo a mi, estaré encantado de dárselo cuando vuelva a su despacho. -dijo el teniente agarrando los papeles y la muestra y llevándolos a la mesa del capitán, guardándolos en uno de sus tanto cajones.
Gracias Shinigami, puede retirarse. -concluyó el teniente y siguió con su ojeada a los papeles que tenia encima de la mesa.